Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella.
Pero decían entre sí: їQuién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?
Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy grande.
Y hallaron removida la piedra del sepulcro;
El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro.