Porque aún no habían entendido lo de los panes, por cuanto estaban endurecidos sus corazones.
Y entendiéndolo Jesús, les dijo: їQué discutís, porque no tenéis pan? їNo entendéis ni comprendéis? їAún tenéis endurecido vuestro corazón?
Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió,
Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; Para que no vean con los ojos, y entiendan con el corazón, Y se conviertan y yo los sane.
Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles;
teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;