diciendo: ¡Ah! їqué tienes con nosotros, Jesús nazareno? їHas venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios.
Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él!
Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.