Él me derribó en el lodo, Y soy semejante al polvo y a la ceniza.
Aborrecí la reunión de los malignos, Y con los impíos nunca me senté.
Mas los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios, Y saltarán de alegría.
Monte de Dios es el monte de Basán; Monte alto el de Basán.
Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca.