Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.
Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí.
Israel será salvo en Jehová con salvación eterna; no os avergonzaréis ni os afrentaréis, por todos los siglos.
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS “salvador”, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Bendito el Señor Dios de Israel, Que ha visitado y redimido a su pueblo,
quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.