La desnudez de la hermana de tu madre no descubrirás, porque parienta de tu madre es.
No entregarás a su señor el siervo que se huyere a ti de su amo.
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.