Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre.
Y salieron los correos prontamente por mandato del rey, y el edicto fue dado en Susa capital del reino. Y el rey y Amán se sentaron a beber; pero la ciudad de Susa estaba conmovida.
Y salió Mardoqueo de delante del rey con vestido real de azul y blanco, y una gran corona de oro, y un manto de lino y púrpura. La ciudad de Susa entonces se alegró y regocijó;
En el bien de los justos la ciudad se alegra; Mas cuando los impíos perecen hay fiesta.
Cuando los justos se alegran, grande es la gloria; Mas cuando se levantan los impíos, tienen que esconderse los hombres.
Cuando los impíos son levantados se esconde el hombre; Mas cuando perecen, los justos se multiplican.