El necio al punto da a conocer su ira; Mas el que no hace caso de la injuria es prudente.
El hombre cuerdo encubre su saber; Mas el corazón de los necios publica la necedad.
La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor.
La lengua de los sabios adornará la sabiduría; Mas la boca de los necios hablará sandeces.
La cordura del hombre detiene su furor, Y su honra es pasar por alto la ofensa.
Como ciudad derribada y sin muro Es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda.