Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, Pero el hijo necio es tristeza de su madre.
El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.
No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá.
La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.