Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; Mas no se apresure tu alma para destruirlo.
La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él.
No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá.
La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.
Corrige a tu hijo, y te dará descanso, Y dará alegría a tu alma.