Todos los días ellos pervierten mi causa; Contra mí son todos sus pensamientos para mal.
Pasen ellos como el caracol que se deslíe; Como el que nace muerto, no vean el sol.
Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos.
El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.