Y dijo Harbona, uno de los eunucos que servían al rey: He aquí en casa de Amán la horca de cincuenta codos de altura que hizo Amán para Mardoqueo, el cual había hablado bien por el rey. Entonces el rey dijo: Colgadlo en ella.
Nuestra alma espera a Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
Rescate del justo es el impío, Y por los rectos, el prevaricador.