que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
Y los cielos declararán su justicia, Porque Dios es el juez. Selah
Sobre mis espaldas araron los aradores; Hicieron largos surcos.
Jehová es justo; Cortó las coyundas de los impíos.
Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios.