Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba.
Y se agolpó de nuevo la gente, de modo que ellos ni aun podían comer pan.
Con muchas parábolas como estas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír.
Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer.