Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios.
Mas él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: їEres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?
Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, їcómo creeréis si os dijere las celestiales?
Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis.
Y le rodearon los judíos y le dijeron: їHasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.
Y el sumo sacerdote preguntó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina.