Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña. Tenía mi amado una viña en una ladera fértil.
Te planté de vid escogida, simiente verdadera toda ella; їcómo, pues, te me has vuelto sarmiento de vid extraña?
Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.