Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.