El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.
Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.
Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.