їY por qué no quitas mi rebelión, y perdonas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo, Y si me buscares de mañana, ya no existiré.
El ojo que le veía, nunca más le verá, Ni su lugar le conocerá más.
Soy, pues, como un hombre que no oye, Y en cuya boca no hay reprensiones.