Allí los impíos dejan de perturbar, Y allí descansan los de agotadas fuerzas.
He aquí, yo clamaré agravio, y no seré oído; Daré voces, y no habrá juicio.
Haré, pues, de Samaria montones de ruinas, y tierra para plantar viñas; y derramaré sus piedras por el valle, y descubriré sus cimientos.
Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque.