Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza.
Cosí cilicio sobre mi piel, Y puse mi cabeza en el polvo.
Toda carne perecería juntamente, Y el hombre volvería al polvo.
Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza.
Mas los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios, Y saltarán de alegría.
Monte de Dios es el monte de Basán; Monte alto el de Basán.