Porque їqué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? їO qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.