Apacenté, pues, las ovejas de la matanza, esto es, a los pobres del rebaño. Y tomé para mí dos cayados: al uno puse por nombre Gracia, y al otro Ataduras; y apacenté las ovejas.
Él respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.