Le has concedido el deseo de su corazón, Y no le negaste la petición de sus labios. Selah
Oh Dios, no te alejes de mí; Dios mío, acude pronto en mi socorro.
Miré, y no había quien ayudara, y me maravillé que no hubiera quien sustentase; y me salvó mi brazo, y me sostuvo mi ira.