No codicies su hermosura en tu corazón, Ni ella te prenda con sus ojos;
La mujer agraciada tendrá honra, Y los fuertes tendrán riquezas.
Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo Es la mujer hermosa y apartada de razón.
Riquezas, honra y vida Son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.