Booz subió a la puerta y se sentó allí; y he aquí pasaba aquel pariente de quien Booz había hablado, y le dijo: Eh, fulano, ven acá y siéntate. Y él vino y se sentó.
Entonces él tomó a diez varones de los ancianos de la ciudad, y dijo: Sentaos aquí. Y ellos se sentaron.
Salmón engendró a Booz, y Booz engendró a Obed,
La mujer virtuosa es corona de su marido; Mas la mala, como carcoma en sus huesos.