Y salieron los correos prontamente por mandato del rey, y el edicto fue dado en Susa capital del reino. Y el rey y Amán se sentaron a beber; pero la ciudad de Susa estaba conmovida.
Porque Jehová es justo, y ama la justicia; El hombre recto mirará su rostro.
Que han dicho: Heredemos para nosotros Las moradas de Dios.