Después de estas cosas el rey Asuero engrandeció a Amán hijo de Hamedata agagueo, y lo honró, y puso su silla sobre todos los príncipes que estaban con él.
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría.
Al que responde palabra antes de oír, Le es fatuidad y oprobio.
Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: tus pecados redime con justicia, y tus iniquidades haciendo misericordias para con los oprimidos, pues tal vez será eso una prolongación de tu tranquilidad.