El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor; Mas el que tiene misericordia del pobre, lo honra.
A Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.
Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.
Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.
Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.
Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,
Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.