Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó.
Y le preguntó: їCómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos.
Y les contaron los que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los cerdos.
Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él.