Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.
No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.
Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.