Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.