Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada.
Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, їpor qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos