Hechos de los apóstoles 2:34
Al músico principal. Salmo de David. Oh Dios de mi alabanza, no calles;
Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.
Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,
la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,