Salmo de Asaf. Ciertamente es bueno Dios para con Israel, Para con los limpios de corazón.
En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos.
Y no sean como sus padres, Generación contumaz y rebelde; Generación que no dispuso su corazón, Ni fue fiel para con Dios su espíritu.
Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.
Porque no contenderé para siempre, ni para siempre me enojaré; pues decaería ante mí el espíritu, y las almas que yo he creado.
Y extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; porque en mi ira te castigué, mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia.
Porque dijo: Ciertamente mi pueblo son, hijos que no mienten; y fue su Salvador.