Para que cuente yo todas tus alabanzas En las puertas de la hija de Sion, Y me goce en tu salvación.
Y se encendió fuego en su junta; La llama quemó a los impíos.
El Seol abajo se espantó de ti; despertó muertos que en tu venida saliesen a recibirte, hizo levantar de sus sillas a todos los príncipes de la tierra, a todos los reyes de las naciones.
Yo dije: A la mitad de mis días iré a las puertas del Seol; privado soy del resto de mis años.
Y yo también te digo, que tú eres Pedro griego Petros, y sobre esta roca griego petra, “piedra” edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.