Y ellos le respondieron: Calla, pon la mano sobre tu boca, y vente con nosotros, para que seas nuestro padre y sacerdote. їEs mejor que seas tú sacerdote en casa de un solo hombre, que de una tribu y familia de Israel?
Los príncipes detenían sus palabras; Ponían la mano sobre su boca.
Las naciones verán, y se avergonzarán de todo su poderío; pondrán la mano sobre su boca, ensordecerán sus oídos.