Decían a Dios: Apártate de nosotros. їY qué les había hecho el Omnipotente?
Rompamos sus ligaduras, Y echemos de nosotros sus cuerdas.
Por cuanto aborrecieron la sabiduría, Y no escogieron el temor de Jehová,
Porque desde muy atrás rompiste tu yugo y tus ataduras, y dijiste: No serviré. Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso te echabas como ramera.