Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón.
Y el sol se detuvo y la luna se paró, Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. їNo está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero.
Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel.
Envió sus saetas, y los dispersó; Y lanzó relámpagos, y los destruyó.
Envueltos están con su grosura; Con su boca hablan arrogantemente.
Son como león que desea hacer presa, Y como leoncillo que está en su escondite.
En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.