Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad;
Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia,
no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.
Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho.