Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia, Y tu fidelidad alcanza hasta las nubes.
Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. їNo es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. їNo valéis vosotros mucho más que ellas?
їY quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
Y por el vestido, їpor qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;
pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, їno hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.