ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento.
Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa.
En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante;
El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.