Mis días han sido más ligeros que un correo; Huyeron, y no vieron el bien.
El hombre nacido de mujer, Corto de días, y hastiado de sinsabores,
Entonces las naciones temerán el nombre de Jehová, Y todos los reyes de la tierra tu gloria;
Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.
La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.
y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa.
Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.
Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.