Cuando toda la gente hubo acabado de pasar el Jordán, Jehová habló a Josué, diciendo:
Entonces Josué edificó un altar a Jehová Dios de Israel en el monte Ebal,
como Moisés siervo de Jehová lo había mandado a los hijos de Israel, como está escrito en el libro de la ley de Moisés, un altar de piedras enteras sobre las cuales nadie alzó hierro; y ofrecieron sobre él holocaustos a Jehová, y sacrificaron ofrendas de paz.
También escribió allí sobre las piedras una copia de la ley de Moisés, la cual escribió delante de los hijos de Israel.