Porque no sé hablar lisonjas; De otra manera, en breve mi Hacedor me consumiría.
Y se encendió fuego en su junta; La llama quemó a los impíos.
Por tanto, alzó su mano contra ellos Para abatirlos en el desierto,
Y también, el que es dado al vino es traicionero, hombre soberbio, que no permanecerá; ensanchó como el Seol su alma, y es como la muerte, que no se saciará; antes reunió para sí todas las gentes, y juntó para sí todos los pueblos.