Orarás a él, y él te oirá; Y tú pagarás tus votos.
Jehová, la habitación de tu casa he amado, Y el lugar de la morada de tu gloria.
Hiciste venir una vid de Egipto; Echaste las naciones, y la plantaste.
Alégranos conforme a los días que nos afligiste, Y los años en que vimos el mal.
Pecamos nosotros, como nuestros padres; Hicimos iniquidad, hicimos impiedad.
Bien pronto olvidaron sus obras; No esperaron su consejo.
Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. Él invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios.