Serán como la paja delante del viento, Y como el tamo que arrebata el torbellino.
No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento.
Y la muchedumbre de tus enemigos será como polvo menudo, y la multitud de los fuertes como tamo que pasa; y será repentinamente, en un momento.
Por tanto, serán como la niebla de la mañana, y como el rocío de la madrugada que se pasa; como el tamo que la tempestad arroja de la era, y como el humo que sale de la chimenea.