Abrieron contra mí su boca; Hirieron mis mejillas con afrenta; Contra mí se juntaron todos.
Porque en la muerte no hay memoria de ti; En el Seol, їquién te alabará?
Te rodeará congregación de pueblos, Y sobre ella vuélvete a sentar en alto.
Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto; Cantaré, y trovaré salmos.