Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.
Al músico principal. Salmo de David. Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
Y Jehová hará oír su potente voz, y hará ver el descenso de su brazo, con furor de rostro y llama de fuego consumidor, con torbellino, tempestad y piedra de granizo.