Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.
Alabad a Jehová, invocad su nombre; Dad a conocer sus obras en los pueblos.
Aleluya. Alabad a Jehová desde los cielos; Alabadle en las alturas.
Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.